El sermón de hoy por parte del Rev. Garay, mi pastor, mentor y padre, me llegó como un chorrito de agua refrescante. Pues, les mentiría si les dijera que durante el pasado año después de ser electa como delegada a la conferencia, tuve paz.
La verdad que siendo un bebé en esta jornada, en la cual largo camino nos resta, me he sentido intimidada por la elocuencia y experiencia de mis compañeros delegados. Y también he tenido miedo de estar equivocada en mis convicciones en relación a los tópicos que se estarán discutiendo en esta mega-plenaria.
Pero el Señor, mi Dios Todopoderoso, me recordó algo hoy, que nada de esto es acerca de mi, sino de El. Y que así como El me eligió, ha elegido pueblo en la delegación que represente y aboge por los intereses del Reino.
Hoy me voy con gozo, del verdadero, y paz de la cual sólo El sabe dar y acompañada por nuestro Amigo y Consolador, Espíritu Santo, listos para dar la buena batalla y yo, ansiosa de ver como se ve el reino desde una óptica global.
Acerca de mis convicciones, les digo que cuando nada tenia estaba perdida, pero cuando encontré el Camino, encontre la Verdad y todo aquello fuera de la Verdad, nada deseo.
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